En lo personal esta semana santa, fue una de las vivencias más enriquecedoras en mi vida cristiana; por muchos elementos que jugaron un papel importante, en esta semana mayor de 2010 una de tantas y la principal de dichas experiencias, fue la misión que más que realizar o cumplir fue un vivir que llevamos juntos mis hermanos, mis formadores y yo.
El lugar de acción fue el bello puerto de Rama Nic, que es una parroquia capuchina que con mucho esfuerzo esta siendo hoy en día un ejemplo de trabajo en conjunto entre laicos religiosos y sacerdotes. Fuimos enviados de dos en dos como lo hizo nuestro seráfico padre san Francisco de Asís, tuve la dicha de ser acompañado por Marco Vinicio quien además de ser mi amigo y hermano fue mi apoyo en los momentos en los cuales yo no sabia que hacer.
Nuestra comunidad se llama Cabecera Valentín, es una capilla humilde de gente trabajadora y muy católica, entre nuestras tareas estaba el acompañar a la comunidad en las diferentes actividades de semana santa, celebración de la palabra, charlas, visitar enfermos etc, pero lo primordial era compartir, vivir y ser uno de ellos.
Para mí fue una especie de experiencia de minoridad, el estar con personas de el campo me impregnó de humildad el ejemplo de esas lindas personas comprometidas con el Evangelio. Claro , siempre hay cosas que nos cuestan y se nos dificultan, como la salud y el someter nuestra mente y nuestro cuerpo a la vida y costumbres de la montaña, pero eso no fue una barrera para que yo viviera mi Semana Santa de la forma a como nos manda nuestra Santa Iglesia Católica.
En fin, fue una de las experiencias mas enriquecedoras de mi vida y de mi postulantado la cual con gusto volvería a repetir.
El lugar de acción fue el bello puerto de Rama Nic, que es una parroquia capuchina que con mucho esfuerzo esta siendo hoy en día un ejemplo de trabajo en conjunto entre laicos religiosos y sacerdotes. Fuimos enviados de dos en dos como lo hizo nuestro seráfico padre san Francisco de Asís, tuve la dicha de ser acompañado por Marco Vinicio quien además de ser mi amigo y hermano fue mi apoyo en los momentos en los cuales yo no sabia que hacer.
Nuestra comunidad se llama Cabecera Valentín, es una capilla humilde de gente trabajadora y muy católica, entre nuestras tareas estaba el acompañar a la comunidad en las diferentes actividades de semana santa, celebración de la palabra, charlas, visitar enfermos etc, pero lo primordial era compartir, vivir y ser uno de ellos.
Para mí fue una especie de experiencia de minoridad, el estar con personas de el campo me impregnó de humildad el ejemplo de esas lindas personas comprometidas con el Evangelio. Claro , siempre hay cosas que nos cuestan y se nos dificultan, como la salud y el someter nuestra mente y nuestro cuerpo a la vida y costumbres de la montaña, pero eso no fue una barrera para que yo viviera mi Semana Santa de la forma a como nos manda nuestra Santa Iglesia Católica.
En fin, fue una de las experiencias mas enriquecedoras de mi vida y de mi postulantado la cual con gusto volvería a repetir.
Abixael Arturo Mogollón
Postulante capuchino.
Postulante capuchino.
Queridos compañeros:
ResponderEliminarEs grato ver que se encuentran tan bien. Muchas bendiciones caerán sobre ustedes. El Señor así lo dice en su palabra. Y por medio de ustedes nosotros comprendemos el amor hacia las demas personas. Y somos bendecidos. Sigan adelante. Paz y bien!!